La rosácea es una enfermedad crónica que afecta la piel y a veces los ojos. Los síntomas incluyen enrojecimiento, granos o espinillas y en etapas más avanzadas, el engrosamiento de la piel. En la mayoría de los casos la rosácea sólo afecta la cara.
Comenzamos con un examen minucioso de la piel para establecer el diagnóstico definitivo y una vez confirmado e diversificamos el manejo de esta patología con variados tratamientos tópicos que controlan la enfermedad y en muchos casos lograr remitir los episodios o reagudizaciones de la misma. No existe una cura para la rosácea, pero se puede tratar y controlar. Con el tiempo, la piel puede lucir mejor. Un dermatólogo (el médico que se especializa en las enfermedades de la piel) frecuentemente atiende a los pacientes con rosácea. Existen varios tratamientos para la rosácea.
TRATAMIENTOS:
- Aplicamos antibióticos directamente sobre la piel. En otros casos se pueden usar antibióticos vía oral. Los geles para uso tópico pueden aliviar el enrojecimiento relacionado con la rosácea.
- Las pequeñas líneas rojas se pueden tratar con luz pulsada intensa y con cirugía de láser. Para algunas personas la cirugía láser mejora la piel sin causar demasiadas cicatrices o daño.
A los pacientes con afectación de la nariz se les puede remover parte del tejido extra de la piel para hacerla más pequeña. Generalmente los pacientes perciben que este proceso les ayuda con su apariencia.
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